MI TAN ESPERADO VIAJE
Alejandro Marseglia
Querido amigo, voy a ir escribiendo un diario de viajero, asà vas conociendo mis experiencias:
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¡Tanto tiempo organizando este viaje a Japón y me demoran el vuelo, me quiero matar!
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Al fin, después de seis horas desde que llegué al aeropuerto, ya he abordado y esperando que pasen amenamente las próximas 29 horas de vuelo, con escala de cinco horas en Houston. ¡Gasté más de dos mil dólares en este vuelo, asà que voy a exigir un muy buen servicio!
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Ufff… 40 horas viajando y a estos japoneses no se les ocurre mejor idea que revisar todas las valijas.
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¡Qué hotel de mierda! La cama hundida, la almohada muy alta,
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la vista desde mi ventana es… otra ventana!, el agua tarda diez minutos en llegar caliente. Maldito el momento en que no elegà el Caribe.
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Este paseo fue un desastre, mucha pobreza, la gente vendiendo en la calle que parecen limosneros, los pies hundidos en la escarcha, cagado de frÃo y encima…
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¿Qué es eso? El cartel de esa pagoda dice "DOJO, acá termina tu viaje de búsqueda y empieza tu encuentro".
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Querido amigo, disculpa que tardé quince años en volver a escribir, pero acabo de recibirme de maestro Zen y recién salgo por primera vez al mundo exterior.
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Como única explicación a mi ausencia te digo, no sigas buscando fuera de tà lo que se te ha dado, no persigas lo que en tu interior tienes atrapado.
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No hace falta viajar al lugar soñado para llegar al lugar deseado.
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Deseo que te encuentres en paz y armonÃa. Seguramente la vida te estará colmando de alegrÃa y de dones.
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¡Te despido con todo mi amor, amigo querido!
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