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Reto de febrero: Un amor imposible

Varios

1 feb 2023

Todos hemos amado a quien no debemos, no podemos y no alcanzamos. Hay amores que queremos, pero la vida no los permite o el destino es cruel y nos separa. ¿Cuál es el tuyo?

RELATO SOBRE EL AMOR

Karina Gutiérrez

Nací en esta ciudad, pero me mudé hace tanto tiempo, que ahora que estoy de vuelta, ya no reconozco casi nada. Volví a vivir aquí hace apenas unos días por razones de trabajo. Entre las responsabilidades de mi nuevo cargo está viajar con frecuencia. Es lo que siempre soñé.  Visitar otros países, descubrir nuevas culturas.  Salgo a caminar por mi nuevo vecindario y descubro que hay varias tiendas de mascotas en mi calle. Una  en particular me llama la atención porque tiene gatos en la vitrina. Pequeños mininos de diferentes razas y colores. Me detengo a mirarlos con embeleso. Cuando era niña, mi mamá tenía un gato, pero no me dejaba tocarlo. Pienso que sería lindo tener uno, pero ahora que voy a estar de viaje con frecuencia, se me haría difícil.

Todo al final se vuelve rutina. Al principio me sentía la mujer más afortunada del mundo, con un trabajo glamuroso que mis amigos y conocidos envidiaban. Pero la novedad se agotó más pronto que tarde.  Aeropuertos, hoteles, reuniones de trabajo, vuelta a casa y volver a empezar. No pensé que pudiera llegar a ser tan solitario. Cada vez que regreso, me espera una casa que se siente cada vez más vacía. Para no sucumbir ante la soledad y el tedio, salgo a caminar. En el camino me detengo  frente a la tienda de mascotas que me gusta. Contemplo a los gatitos en sus pequeñas jaulas. Cada vez que paso son distintos. Me imagino a familias con niños adoptando o, tal vez, personas solas como yo. Quisiera uno, pero no me decido. Mis viajes constantes no me lo permitirían.

Hace unos meses empecé a salir con un compañero de trabajo. Creo que esta vez sí va en serio. Es agradable saber que alguien me espera, poder compartir mis días y mis noches. Cuando se queda en mi casa, aprovechamos para salir a caminar.  Ve mi emoción cuando detengo nuestra marcha para contemplar los gaticos que están en la tienda de mascotas.

Últimamente parece frío, distante, como cansado de la relación. ¿O tal vez es de mí de quien está cansado? Cuando lo conocí, creí que podría ser el indicado y, como viajaba tan seguido, cuando podíamos estar juntos el tiempo parecía volar. Por eso decidí hacer un cambio y pedir un traslado en la compañía, para viajar menos y permanecer más tiempo con él. Y entonces, las cosas dejaron de estar bien.

Es mi cumpleaños y  él me sorprende con un regalo: un gato persa de dos meses de edad. Es tan pequeño que cabe en una sola de mis manos. Tiene el cuello y las patas blancas. El resto de su pelaje es naranja. Recorre la casa mirándolo todo con ojos grandes y asustados. Olisquea el aire con su naricita. Acaricio su cuerpo frágil y siento que me pierdo en su mirada dulce e infinita.

Sabía que no duraría mucho más. Después de mi cumpleaños, la relación fue a peor hasta que terminó. Lo único que queda es este minino que depende por completo de mí. Cambié de trabajo por uno en el que no tuviera que viajar para quedarme a cuidar a esta criaturita peluda. Mis amigos se burlan de mí. ¿Cómo podría cambiar el trabajo que todos envidiaban por un animal? Pero es que mi gato no es un simple animal. Se ha convertido en la compañía de mis días; en la razón por la que vuelvo todas las noches a casa.

Cada día está más grande. En las noches se sube a mi cama y se acurruca a mis pies o posa su cabecita en mi pecho mientras ronronea. Me mira con sus ojitos color miel y siento que me derrito por dentro. Cuando duerme, maúlla bajito o mueve las patitas como si corriera. Me pregunto qué sueña. Soy consciente de que depende por completo de mí. De que yo me levante temprano a ponerle comida y agua. De que lo lleve al veterinario para sus vacunas o si se enferma. De que le dé amor incondicional sin esperar nada a cambio.  Por las noches, cuando vuelvo del trabajo, está allí esperándome. Me saluda con un maullido apenas abro la puerta y se frota contra mis piernas. Quiero a mi gato y creo que él me quiere también a mí. Quien no ha convivido con uno, tal vez no lo entienda, pero se ha forjado un vínculo entre los dos que es amor o algo muy cercano al amor.

Ya no me siento tan sola. Mi gatico está conmigo.

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EL BESO A FLOR DEL AIRE

Enrique patiño


Podía oler el beso. Cuando se tiene a una mujer tan a flor de labios, se le besa. La muchacha, que aparentaba 25 años y tenía ojos de paisaje manchego, se subió al metro atestado de pasajeros y quedó por azar divino frente a mí, desconcertada, muda, arropada en un abrigo largo del color de un monte nevado al atardecer y con la vergüenza de no tener escapatoria. 

Sintió mi mirada. Yo sentí la suya, aprisionada y dulce. Y sé que ella lo pensó con la misma intensidad con que lo pensé yo.

Sus labios viajaban levemente abiertos por el desconcierto, el erotismo o el calor. Lo repito, cuando se tiene a una mujer tan a flor de labios, se le besa. pero era tan perfecta la ocasión que parecía imposible, y ella lo pensó y yo lo pensé.

El metro se detuvo. Era tarde. Descendió. Como una amante furtiva, miró de reojo y escapó, temblando quizás tanto como yo, o como la estación de Príncipe Pío -avasallada por los trenes- o como el metro que calentaba sus máquinas. Quizás no.

Quisiera creer que, como yo, se llevó el beso contenido en el aire.


___________________________________________________________________________DESPEDIDA

Angie Villalba


Ella caminaba por el centro de la ciudad con una carta entre sus manos. Él, recién reclutado, trataba de esquivar las balas. Ella abrió la carta y de rodillas, en plena carrera séptima, lloró a lágrima viva y su grito se escuchó adentro: en San Cristóbal, en Kennedy, en Usaquén, en Suba, en Ciudad Bolívar.  

Él cerró los ojos para dar paso a la oscuridad, lejos de lo que nunca debió abandonar.


___________________________________________________________________________SIN TÍTULO

Liliana Arias


El amor es una fuerza poderosa que va más allá de lo que suponemos entender. Es como un líquido, cambiante, fluido, adaptable y libre de posesión.

No acepta pertenencias, venias ni reverencias. No está a la venta porque no tiene precio. Es inabarcable, galopante, expansivo e ilimitado. Podemos ser esposas, madres, hermanas, hijas, amigas, nietas, empleadas, emprendedoras, pobres o con dinero, ilegales, nacionales o migrantes, creyentes, ateas, brujas o gnósticas. Pero nuestra alma no entiende de marcas. Los lazos vitales  que construimos con los demás son fruto de una decisión superior que se relaciona con el verbo crecer. Tenemos vínculos de evolución, pero no somos dueñas ni posesión de nadie. Así es el amor, sin mordazas ni rótulos. Somos espíritus amantes, viajeras de nuestros cuerpos y habitantes de nuestras mentes. Aventuramos a cada segundo por terrenos inexplorados. Somos seres que atraviesan fronteras de tiempo y espacio en busca de instantes que nos conecten con nuestra divinidad. El amor nutre todas las existencias, que son tan reales como ilusorias, tan esperanzadoras como dolorosas, tan eternas como breves, tan erráticas como densas. Somos la suma de los momentos que vivimos, de las elecciones que tomamos, de los lugares sagrados donde elegimos estar. Somos flecha al aire, señal de humo, SOS, florecimiento. Naufragamos inmersas en una corriente invencible de amor.


___________________________________________________________________________AMOR A DESTIEMPO

Marleydis Florez


Lo amé, lo digo en pasado porque a ratos es mejor revivir los recuerdos que añorar un mañana. Lo amo, en presente, esa es la verdad que duele reconocer cuando sientes que ese sentimiento, aunque no es prohibido parece imposible, sin embargo lo amaré en mis sueños, en la inmensidad de mis pensamientos, en mí futuro incierto, al amanecer, de madrugada, por  años o mil vidas más, aunque no amanezca recostado en mi cama, ni pueda sentir de cerca su calor, lo sigo amando con todas las fuerzas de mis entrañas, de mi ser, de mi existencia, con locura, porque en ella no hay infinito que valga, no hay límites, no existe lo indebido y todo parece justo.


___________________________________________________________________________LO QUE FUE DE ELLA… 

Lisandro Abaunza


En las horas de la tarde, en una ciudad rojiza que estaba a su fin de un atardecer, Juan me pidió el favor que lo acompañara a su casa a dejar el balón de fútbol. yo dije que sí, pero que, al llegar a su casa, él me daría un vaso de agua fría, ya que tenía demasiada sed por estar jugando, además ninguno de los dos había llevado algo para tomar o comprar. Así que llegamos a su casa, juan entró y yo quede a la espera, una espera que se convirtió en unos tres minutos, o más. Pensé en irme, pero en el instante que iba a marcharme, se escucha a lo lejos de mí, una voz de una chica. – Mamaaá!, ya vengo, solo voy a caminar un rato. No pude evitar de ver quien era. Mi cuerpo, mis ojos, todo de mi se deleitó con el hecho de verla. Supe en el instante que había surgido dentro de mí un gran caos… Sofía era su nombre, bueno eso fue lo que me dijo Juan al día siguiente, que era la nieta de doña rosa, y solo estaba de vacaciones. Cuando escuche vacaciones, sabía que tenía poco tiempo para conocerla o al menos que supiera mi nombre. Pero me enfermé de manera brutal, que no pude pararme de la cama por varios días. Me dio fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, quizás delirios, esos delirios que me hacían pensar en ella, en esa chica que solo la vi efímeramente, pero que quedó grabada en mi memoria. Recordaba perfectamente el color de su cabello, de sus ojos, el tono dulce su voz. Días después me recuperé, y lo primero que hice fue ir donde juan y preguntar por ella, pero ya no estaba, ella y su familia habían regresado a la capital. Fue triste escuchar eso, y solo pensaba en cuánto tiempo faltaba para volver a verla. Sé que me puedo olvidar de lo que fue de ella, pero nunca de su mirada. 


___________________________________________________________________________NO SOLO DE PAN VIVE LA MUJER

Anayansi Arias

A la hora de escribir sobre amores imposibles, me vinieron a la cabeza toda clase de ideas inspiradoras, pues si hay alguien que tiene romería de amores, y sobretodo imposibles, es la suscrita, desde aquellos con mis primos gigantes de ojos rubios con quienes jugaba durante las vacaciones de verano en el pueblo vasco de mis abuelos, hasta los intercambiables con René, Xavier, Miguel, Johnny y Charlie de Menudo, pasando por las pasiones turbias de anime con Terry y Anthony de Candy Candy hasta las tortuosas con todos los greasers de la película The Outsiders que cuando salió fueron interpretados por cinco actores adolescentes entonces desconocidos…más hoy día, si debo elegir uno sobre el cual escribir, sería uno para nada romántico pero no por eso menos doloroso y literalmente tóxico, este amor imposible que me hace perder el sueño en tiempo presente, buscando maneras de conquistarlo sin que me haga mucho daño y deje secuelas irreparables en mi psique y sobretodo mi hígado, es mi amor imposible…con el gluten! Que alguien me diga cómo se olvida: una pizza quattro formaggi hecha en horno de piedra o unos tortelloni di zucca con mantequilla y salvia o unas humildes tostadas para mojar en el café con leche o una baguette rellena de prosciutto e salame? Me rasgo las vestiduras, me arrastro por el piso, juro que no los volveré a ver ni a tocar pero soy débil y las tentaciones muchas y ya sé como acabará todo cuando me engaño al decir sólo una esquinita, y me termino empujando no sólo mi porción sino también la del vecino, y para cuando llego a la casa con la panza inflada gimiendo por los retorcijones intestinales y la cara repleta de granos delatores del pecado cometido y una gran picazón desde los pies a la cabeza, ya he jurado otra vez que más nunca lo volveré a hacer, que no vale la pena tanto sufrimiento por 30 minutos de goce supremo y las lágrimas corren y la frustración me tuerce la lengua mientras hecho mano de los probióticos y cuento los días en el calendario hasta el mes que viene porque ya me engañé con el cuento de que una vez por mes no es descortés y así continúo en este círculo vicioso de los sentidos donde mi amor imposible con el gluten rivaliza con el de Julieta por su Romeo y si creen que exagero, los reto a no comer pan por un año nada más, buaaaaa!!!


___________________________________________________________________________SIN TÍTULO

Nataly garcía


Yo acababa de estrenar los trece; ella, parecía eterna. Quienes antes le prestaron oídos a mi historia me juzgaron de precoz. Quizá tienen razón, pero cuando se es tan joven, no se enamora uno de lo efímero, de una silueta o de unos ojos brillantes. Por eso, mi apego fue tan profundo y turquesa como el abismo de Sabak-Há. Por supuesto que, antes que yo, tuvo infinidad de amantes, algunos tan inmortales como ella misma, compañeros del más alto calibre; almas sabias e insaciables que la acoplaron a su propia lengua, saboreándola con insania y desenfreno, cada cual en su propio estilo. Otros se atrevieron a modificarla, trastornarla, destrozarla y disminuirla hasta volverla casi irreconocible. Cualquiera pensaría que amó con más dulzura a los primeros, pero me gusta creer que guardaba el mismo afecto para todo aquel que se daba el tiempo para corresponderle. Al tratarse de un ente tan versado en retórica, por supuesto que desconfié de sus intenciones cuando llamó a mi puerta. Creí que solo quería jugar conmigo, un gato martirizando un bocado antes de devorarlo porque ¿qué podía ofrecerle yo, que terminó por lanzársele con voracidad impertinente? Pienso que ella quería todo de mí. Me sonrío con sinceridad, ofreciéndome consuelo. Lo acepté, le prometí el resto de esta vida; incluso busqué instrucción en las páginas de quienes la habían querido con especial ternura y franqueza, para granjearme su benevolencia. No me avergonzaría decir que ella fue quien decidió marcharse, pero fui yo quien no pudo cumplir. Fui yo quien jugó con ella —aunque no la devoré, más me hubiera valido hacerlo—. No fue con dolo, puedo jurarlo; peor, fue cobardía. Ahora, egoísta como el amor de febrero, quiero volver a ese refugio que con tanta candidez se me dio. Lo único que puedo prometer es incertidumbre, pues solo quiero liberar al ave enjaulada por tu abandono, cuyas alas me lastiman cada vez que intenta, inútilmente, emprender el vuelo. 


___________________________________________________________________________UN ENCUENTRO POSIBLE

Enrique Patiño


Me siento en la mesa con antelación. La reserva del restaurante en Londres está a mi nombre. He pedido que la silla mire hacia la entrada. La de ella, en cambio, tendrá vista al Támesis. Me he vestido de saco, sin corbata. Un perfume discreto me complementa. Espero largo rato a mi cita y por un momento pienso que aquello es definitivamente imposible. Pero sucede. Aparece. La veo en la entrada, deslumbrante, radiante, y al mismo tiempo tan cotidiana como cualquier ciudadano de a pie. Escucho su acento británico fuerte pronunciar mi nombre al anunciar la reserva. Keira Knightley, dice la vecina de mi mesa. Su nombre se replica en todas las otras mesas. Siento la conmoción general.

Un maitre la conduce hasta mí. Me pongo en pie y la saludo. Todo lo ensayado se me esfuma de golpe y apenas atino a balbucear. Ella es arrolladora y me explica sin ambigüedades su tardanza. Con eso, me da tiempo de recomponerme.

Todos giran a verla. Y por supuesto, al desconocido que la acompaña. Tal como pensaba, la chica cuestiona el mundo, la realidad. Su cerebro es agudo y su mirada, penetrante. Mueve grácilmente las manos y clava los ojos en mí como si fuera una cámara en un momento dramático de Anna Karenina. Me pregunto cuál de tantos papeles interpretará ahora, si es que lo hace. Por momentos, sus ojos miran al horizonte y se pierden, como en Expiación u Orgullo y Prejuicio. Me examina a fondo, indaga. Ya con los platos servidos, le cuento mi plan: cumplir con mis imposibles.

Son varios, le digo. Aquella cena es uno de esos. Abre la boca, en actitud de sorpresa, retándome a una mejor explicación. Le digo que siempre quise ver a Bruce Springsteen, solo a él entre miles, y que la noche anterior he ido por fin a verlo en vivo. Siempre amé su alma roquera incontestable y, al verlo, lloré al escuchar cómo se entrega al público y se convierte en poesía y libertad, como ningún artista de hoy. Aún vibro por ese momento, confieso. Su mirada se dulcifica.

Ella es mi segundo imposible. Le digo que la admiro por lo mismo: por su transparencia y su manera de darse en cada personaje. En tono de ironía le confieso que dudé entre ella y Kate Winslet. Menea la cabeza en señal de sorpresa y complicidad. Pero hay más, le digo: ahora me dedico a escribir profesionalmente. Ya no vivo de otras cosas, como toda la vida. Ya no tengo que robar migajas de mi tiempo para hacer lo que amo. Ese era el imposible más imposible de todos. 

A la hora del postre, Keira me pregunta qué otros imposibles me quedan.

Miro al cielo. “De niño quise siempre ser astronauta”, le digo. Al decirlo, entiendo que es necesario dejar imposibles vivos para que se conviertan en un propósito y seguir avanzando. Asiente: “Tenerlo todo -replica - te paraliza. Me ha pasado. Por eso actúo: para ser alguien más y no ser yo misma, escapar de mí”. Comenzamos a enumerar imposibles. Al final descubrimos que con lo posible nos basta. 

Se llevan los platos. Aviesa, y con una copa de champaña al aire, me pregunta a continuación: “En tu historia de imposibles ¿qué sucede después?”

-Es imposible saberlo. Lo dejo a mi imaginación.

Brindamos por ella, la loca de la casa, la que hace posible toda irrealidad.


___________________________________________________________________________SIN TÍTULO

Blanca hernández


Viví el amor intenso prohibido,censurado por las leyes de los hombres.                  De 6 a 9 ,como dice la canción de Camilo Sesto " tengo que verte a escondidas como un cobarde". De 6 a 9 amándonos con todos los sentidos,entre sabanas blancas,negras,azules,según la vida nos llevará. Elixir,locura,entrega total multiorgasmica,delirio,comunión alma con alma De lo sublime a la  locura pasional.Amo' los fluidos de mi sangre.los fluidos de mi cuerpo.comulgo en el santuario de mis pechos erguidos de pasión,entro hasta lo más profundo de mi alma y me entrego su Ser más allá del infinito.En cada encuentro mis entrañas en movimientos peristálticos guardaban recuerdos orgasmo.tras orgasmo.Pero.....Mi realidad?....Casada por el rito religioso,Hijas,Hogar,compromiso,cama nupcial sin ritmo ni poesía.Se había acabado el amor?,no lo sé. Sólo sabía amar a la escondida ,con una pasión desconocida que me hacía sentir Mujer Amada,y yo le daba mi amor sin condiciones ni medida.Se volvió amor imposible,con sentencia a muerte.Nos descubrieron.se volvió comidilla de vergüenza y reproche, él era un hombre casado y yo había cometido el peor de mis pecados,Adulterio.Una corona fúnebre en la puerta de su casa:Señal de advertencia,lejos de ella o pagas con tu vida.No creímos,nos seguimos encontrando y planeando nuestro mundo.Un grupo armado,resultado de este maldito conflicto armado y político de mi País, tomó autoridad y dio sentencia a  muerte, a mi hombre Amado.El comandante de esta absurda orden,era familiar del entonces    esposo y padre de mis hijas.Se creyó dueño de nuestras vidas.Tiempo atrás a mi esposo le había pedido el divorcio y me fue negado,como respuesta debería vivir atendiendo el compromiso,esposo ,hogar,madre,sociedad y YO...... Que......?.    El amor le seguía ganando al miedo de morir bajo las balas.Pero.....una tarde lluviosa y gris de mayo,mientras caminaba hacia su casa,cayó herido bajo el fuego de las balas mi hombre amado.Nos ganaron la partida.El se marchó del país con una bala en su cerebro,no se la pudieron extraer.Nos seguimos amando en la distancia,somos amantes electrónicos,acorralados por las leyes de los hombres.Vivo en mi País,libre de ataduras del pasado.divorciada y feliz,con mis hijas.y mis nietos.


___________________________________________________________________________A MI AMADO ETERNO

Luz Jeny vargas


Desde aquel tiempo que te conocí amado mio, hace ya muchísimos años, mi existencia se partió en dos. Cuando pude sentir tu suave caricia, tu olor a vida salvaje, tu calidez y arrobador encanto, supe que me habías robado el corazón e imaginé atardeceres contigo, noches al abrigo de tu insondable misterio, mañanas apacibles y aventuras intensas, supe en un suspiro que nuestro amor sería eterno. Vivimos instantes gloriosos y ese sentirte en mi piel, en mi alma, me transformó por completo, me mostró a qué sabe el infinito. 


Esa primera separación fue para mi como alejarme de mi alma gemela, de mi esencia y aguardé con impaciencia que el destino nos juntara de nuevo, busqué afanosamente nuestro encuentro en cada oportunidad, luché cada día por sentirte de nuevo en mi. Te soñaba, lejano y distante, te evocaba en mi sed y de tanto en tanto te encontraba. Te conozco en la calma y en en el desenfreno, he aprendido a disfrutarte y a temerte, a gozar el tiempo suficiente contigo para saber de tus maravillas. Y en mi corazón construí un hogar contigo, sencillo y cálido, no necesitábamos más que estar cerca para amarnos de nuevo. Tendría mucho sol, brisa, lunas llenas y piso de arena. Tu pondrías la melodía arrullante que tan bien interpretas y yo bailaría a tus pies, como tu fiel enamorada. Allí viviría mi sueño de verte, oírte, olerte, sentirte y tu simplemente me dejarías estar a tu lado y me acogerías en tí, me ofrecerías tus caricias y besos, me arrullarías en tu inmensidad y me tendrías entre tus brazos al ofrecer mi final. 


Pero la vida no quiso nuestra unión y nuestro hogar no se logró, esa casita hermosa llena de cantos de aves y susurros no llegó. La odiosa realidad me ató a otros lugares y la costumbre del hábito, la indecisión y mi terrible apego a lo seguro tal vez.... nos condenó a encuentros cortos y nostálgicos. Yo fui quien no dió el paso, tu siempre me esperas, siempre me recibes con la misma pasión y dulzura. Pero sabes muy bien que sigo siendo tuya, que te sigo soñando y que llevo tu marca luminosa en mi ser. Y que al final de mi camino estaremos juntos por siempre, oh hermoso mar que amo con locura!


___________________________________________________________________________UNA FAN ENAMORADA

Bárbara Zambrano


La imaginación es un universo donde ser yo es fácil y amarte es parte del proceso, construyó una versión de ti que se esconde en el área oculta de tu luna, idealizarte es mi manera de perfeccionar lo que no anhelas revelar.


Me delato siendo distraída porque camino sumergida en ti y en todas las cosas que quiero hacer contigo, no necesitas conocerme, lo haces muy bien en mi mente. 


Tu arte invade mi esencia y llena vacíos que ni yo misma suelo encontrar, es esa sensación plena que me empuja al deseo de poseerte. Me transformas en somero al contemplar la sobrecubierta de tu alma, sería una hipócrita si negara que es el artilugio de la pasión que aviva en mí. 


Los años de nuestra relación son simples minutos de mi realidad, eso hace que parezca un libro que no quiero terminar, la autora se sumergió en la intimidad de sus personajes. Lo siento, profano una parte de ti inexistente en tu existencia.


___________________________________________________________________________SIN TÍTULO

Piedad Granados


Carla vive bajo el sol del caribe.  Su piel canela y su cuerpo de guitarra no pasan sin ser vistos. Trabaja como maestra. Estudia. Baila bachata.  Carlo  es mediterráneo. Se alimenta con olivas, quesos, jamones,  pescado azul y bebe sagradamente  una copa de vino a medio día y en la noche con las comidas. Ama la música clásica y la lectura.  El cupido en un día de libertad extrema  lanza flechas por doquier.  Carlo y Carla coinciden. Cada uno en su mundo, en su vida distinta. Empieza un tráfico interminable de fotos, mensajes,  cursis palabras, besos enmarcados y  más. Las famosas mariposas hacen lo suyo en cada encuentro. El prematuro amor da buenas señas. El lenguaje distinto parece fluir en cada uno.  Es hora de conocerse personalmente y sellar ese beso aplazado.  Carlo alista maleta, tiquete y... explota una epidemia que no le permite salir del país.  El amor parece congelarse. Carla tiene fé en que todo pasará pronto. Se encomienda a sus santos de confianza, a las vírgenes con más méritos.  Espera que su doctor se libere pronto. Si, doctor. Carlo salta de la monotonía de su consultorio a la tragedia de la emergencia. Arrecian pacientes de todos los ángulos.  Se reducen los encuentros. Carla le manda fuerza disfrazada en palabras, corazones y diseños. Carlo apenas puede responder. Quédate en casa, le recomienda.  La espera parece no tener fin. Carlo enmudece. Carla insiste. Pasan días, semanas. Carla  devora periódicos y absorbe la radio y la tv. Finamente alguien responde  al teléfono.  Lo siento, no pudimos hacer nada.


___________________________________________________________________________UN GRAN AMOR

Clara Sánchez 


Tu llegada llenó  la casa de una aroma muy especial, se respiraba ternura y alboroto total. Debíamos viajar a la finca para acompañarte a qué conocieras tu nueva casa, todo preparado para que te sintieras en tu hogar.


Llegaste y sentimos que por siempre habíamos estado juntos, me viste y en una carrera juguetona viniste con un abrazo donde mi pequeño cuerpo quedó totalmente invadido por el tuyo tan cálido  y peludo, el primer beso recorrió mi cuello y toda mi cara con babas y sonidos que disfrutamos como si fuera un huracán con fuerza de relámpago: plena energía, movimiento y gozo, todo en un instante nos enseñó tu vida pasada como una tierna historia, con tanto aprendizaje envuelto en aventura dulce y compañía plena y ahora en nuestra casa.


Te gustó el paisaje campestre que encontraste y el espacio para correr. Eras el mejor arquero, podrías pertenecer a la selección y enfrentar sin miedo a Brasil y Argentina sin fallar jamás, nadie se resistió a tu invitación futbolera que era constante y prolongada, tan divertida que el tiempo desaparecía plácidamente y la noche nos sorprendía o la lluvia que nos acompañó en infinitas tardes sin interrupción alguna. Jugar era lo tuyo, amabas aquel lago donde mostraste gran destreza para nadar, eras el campeón, jamás encontraste rival para el buceo en busca de la pelota o para dar infinitas vueltas rodeando aquellas aguas y dibujando un torbellino que con velocidad incalculable formaba y creaba corrientes que no podían alcanzarte, se deleitaba sabiendo que te veía y aplaudía por ser el mejor, siempre lograbas encontrar el centro de aquel remolino hechizo y vertiginoso para sumergirte hasta desaparecer a mi vista y ganarte el grito de alegría que podía expulsar al verte salir como si fueras un ligero delfín de aquellas aguas que ya perdían la forma centrífuga con la que te divertías tanto.


El tiempo pasó ligero y benévolo. tu compañía, tu perfil de soberano lleno de seguridad la casa: te conocieron y te respetaron.

No supe cuando pasó; dejaste de comer lo vimos como un capricho que consentimos mejorando la dieta, fue rápida la pérdida de peso ya no te veías jovial pero insistías en agradarnos mostrando tanto amor.

La angustia llegó al verte tan débil parecía estar esperándonos nos diste aquel beso lánguido y partiste decidido y valiente, te buscamos y allí te encontramos bajo la sombra de aquel árbol que elegiste,te alzamos y te llevamos al hospital; no respetamos tu decisión, te sometimos a exámenes para encontrar el asesino que te alejaba de nuestro hogar: cancer en el hígado era fulminante según el médico llevaba con tigo ya un tiempo pero afloró y no dio tiempo de recuperar la vida.


Aquel día al fin entendimos tu decisión y te llevamos.  insistió en que te llevará alzado pero eras tan grande que aún en el estado esquelético en que te encontrabas me superaba en tamaño; tus brazos rodeando mi cuello, con tu aliento mezclándose con el mío transcurrió una hora de viaje, te esperaba el veterinario y cumplimos tu voluntad, en mis brazos partiste tan Plácido, tan sereno que allí mismo me enseñó que la muerte es liberación y aliento, que también ahí está el amor.


Hoy te recuerdo con gratitud y en esta familia que te amó tanto está tu presencia latente en cada rincón, en cada pelota y en tu inmenso lago donde las aguas ya nunca más dibujaron aquel torbellino con el que jugabas mágicamente buscando el centro para sumergirte  hasta el fondo.


Toby era tu nombre, nos preguntamos si la tristeza de quienes te abandonaron marco tu muerte y selló nuestro encuentro afortunado.


___________________________________________________________________________QUERIDO GYM

Piedad Granados


Hemos caminado por vías paralelas durante muchos años amándonos y odiándonos. 

En muchas ocasiones te has asomado a la ventana mi corazón para convencerme, para imponer tu voluntad sobre la mía, para cambiarme la percepción que tengo de tí, pero solo hablas de músculos, de  huesos y de figuras, de salud y piel de seda; términos que se me escapan como el agua entre las manos.


Yo en realidad te he buscado para sentir el calor de la  complicidad, para botarme de lleno en una pasión desenfrenada con la intención de convencer al espejo que mis escuálidos atributos pueden tomar un poco de color. Han pasado muchos soles y muchas lunas  en las que pareciera que el amor entre nosotros entra en primavera pero de repente llega un invierno que congela cualquier decisión. Vivo de nostalgias y de melancolías, de promesas rotas. Tu poder de seducción es excitante. Nunca dejas de brillar. Al contrario. Tu pecho siempre está hinchado cortejando a quien se presenta delante de ti.

Yo no sé ni en qué lugar me encuentro en tu larga lista de ovejas descarriadas.


Deja tu arrogancia, te lo pido por favor.  Enciende   en mí esa llama de la voluntad y vivamos nuestro idilio. He llegado a pensar que eres un mal necesario y yo quiero untarme de ese mal.


___________________________________________________________________________A PRIMERA VISTA

Marleydis Florez


Hay quienes dicen que los ojos son las ventanas del alma, que las miradas hablan, que estas no mienten, pero yo me atrevería a decir que también son las puertas del corazón y el retrovisor del amor, porque creo que de allí surge el dicho del “amor a primera vista” este que ni cupido puede detener, más bien lo enlaza y es el motivo de mí historia. Todo transcurría de manera anormal, un día poco común en la vida de Marta, ya que estaba a punto de presentarse en la empresa donde después de muchos intentos, por fin lograba ingresar a laborar, el empleo de sus sueños, pero lo que ni siquiera lograba imaginar es que al cruzar ese portón se encontraría frente a frente con el amor, el amor de verdad, ese que no se busca, si no que atrapa de la forma más inofensiva y simple del mundo, a través del color miel de unos ojos penetrantes y una mirada madura , sigilosa y coqueta. 


Intercambiaron unas pocas palabras, ella petrificada con esa mirada, solo alcanzó a responder con un leve movimiento de cabeza, y él simplemente la observaba y le daba indicaciones delicadamente. El apoderado de tanta virtud era Carlos, su compañero de trabajo, con el que por cosas de la vida o de Dios le tocaría compartir el día a día laboral. Para Marta todo era muy extraño, ya que empezó a experimentar cómo su estómago sentía esas mariposas, las del revuelo del amor, su corazón y pulso se aceleraban cada que lo veía o cuando sentía que él no le quitaba la mirada, que la seguía en cada paso que daba, era tan rara esa sensación, que sin estarlo viendo ella lo sentía cerca, ahí, como respirándole en el cuello, susurrándole al oído. Así pasaron los días hasta que Marta no aguantó más y sin pensarlo dos veces le confesó a Carlos lo que estaba sintiendo, ante lo cual fue correspondida, ya que él también se sentía atraído locamente por ella, desde ese primer día en el que se cruzaron en la entrada de la empresa. Después de esa confesión, los dos empezaron a fantasear la manera de cómo podrían iniciar una relación, el día a día juntos era su mejor recompensa, disfrutaban cada segundo, cada mirada, cada gesto, cada rose de piel al caminar por los pasillos, era tan voraz lo que sentían, que un día sin planearlo, dejaron explotar esas ganas, lujuria y amor. Las cuatro paredes de una oficina fueron testigos de la unión de dos cuerpos, de la entrega de dos corazones, que más que el acto mismo, pudieron comprobar que eso que sentían en realidad si era amor y no deseo, que el amor a primera vista si existe, que no solo pasa en los cuentos o novelas, lo estaban viviendo y sintiendo, que hasta ese momento era lo más hermoso que les había pasado; que había valido la pena tantas esperas, tantos años, que querían devorarse mutuamente sus cuerpos, la vida y el mundo entero. Pero quizás hubo un pequeño detalle que Carlos y Marta obviaron, algo que no tuvieron presente antes de dejar volar sus deseos y grandes anhelos por un futuro juntos, era que cada uno ya tenía un hogar, un matrimonio, una familia, hijos, pareja, una vida aislada de ese amor, ese que ninguno de los dos buscó, simplemente se dio y con el cual se cumplió el dicho de que hay amores a primera vista y en silencio, aquellos que son el fruto prohibido, lo censurado, que por más que se ame de verdad, el estar juntos no va, no progresa, que están destinados al calvario de la distancia y al dolor de los recuerdos, mas no del olvido. Carlos y Marta cada día inician labores como cualquier otro empleado, intercambian conversaciones, miradas y hasta se despiden de beso en la mejilla, todo aparentemente esta normal, pero por dentro su ansias de un amor juntos no se apagan, guardan la ilusión que algún día todo se les dé, y es así como logran engañar el tiempo, sus ganas, sus parejas, pero no a su corazón que se delata con sus miradas, a simple vista. 


___________________________________________________________________________ETERNA PRIMAVERA

Marisol Cortés


Sentada al final de la clase, como aquellos fugitivos que no quieren ser vistos, fue la primera vez que escuché hablar de ti. La persona que hablaba de ti era experta en Estado de Derecho, venía de muy lejos a darnos su visión de tu realidad, que no estaba siendo muy sencilla. Eres complicada, diversa, rica al parecer, aunque toda esa riqueza la concentran unos pocos, si si, en masculino, y por supuesto en masculino también se nombra a quien gestiona tus asuntos. Hay algunos nombres femeninos que también destacó, pero están dentro de esas masas que salen, gritan y pelean con sus cuerpos para que tú estés más saludable. Desde aquel día, con una profunda empatía hacia ti, incluso con una sensación de que coincidíamos en algunos aspectos importantes de posicionamiento en el mundo, sabía que eras y serás siempre mi amor eterno. 


No logré conocerte hasta años más tarde, exactamente tres años más tarde estaba metiéndome de lleno en tu corazón, en tus entrañas. Tan dentro que me mimeticé contigo hasta confundirme y desdoblar mi personalidad. Tu carisma, tus olores naturales, tus colores infinitos y tus brazos abiertos eternamente han sido lo que más me ha enamorado de ti. Por eso los tentáculos de la tristeza me asfixiaron cuando me arrancaron de tu seno. No fue algo premeditado, yo veía mi vida hecha contigo, pero la misma vida me llevó a nuevos caminos. Y la misma vida me dio una nueva oportunidad seis años después. Nunca te fuiste de mi camino, tu recuerdo y tu calidez siempre vivieron en mi corazón. Nuestro encuentro fue de esos momentos en los que sientes que has tenido un ‘dejavu’, pero con una mochila de experiencia que elevaba en calidad la situación. La vida dándonos una segunda oportunidad, esta iba a ser la real, la más intensa, la que marcara la diferencia en nuestra relación. Puse toda la leña en el asador, porque lo que venía nos tenía que marcar de por vida a las dos. Nos mirábamos con respeto, admiración y con ese amor profundo que sentíamos entrando en los poros de la piel cada vez que respirábamos. Volví a alejarme, pero solo en kilómetros, porque nuestras raíces siguen enlazadas. Has sido tan importante en mi vida que has sido la única que me ha dado frutos, uno desde mis entrañas, uno para toda la vida, uno que tatúa la piel y hasta los huesos. Desde que te conocí amor siento y amor atraigo. Una eterna primavera en la que viviremos para siempre. 



___________________________________________________________________________LA PUERTA

Erika González


Y de pronto me encuentro frente a una puerta que no sabía que existía. Nunca la vi, pero alguna vez tuve esperanza de su existencia, ¿o tal vez siempre fue más bien una duda, una fantasía? Pero está allí, de repente, abierta, no sé si apenas como para alborotar ilusiones o con la intención de abrirse de pared a pared. No me atrevo a cruzarla, temo perder la ilusión de saberla abierta, temo equivocarme, darme de frente contra una pared, ser parte de un juego. Imagino amores, sueños y alegrías del otro lado… Después inmediato dolor, tristeza y pérdida. 

¿Esa puerta que aparece sin aviso, será una trampa para la desdicha? Ahora no paro de pensar: ¿para qué es una puerta abierta sino para cruzarla? Me decido, paso, entro. No me engaño, amores, sueños y alegrías del otro lado… inmediato dolor, tristeza y pérdida. ¿Por qué la ilusión le gana a la intuición cuando la ilusión sale de las tripas y la intuición del corazón? No me arrepiento, aunque haya perdido, aunque el ensueño se haya ido, jamás me arrepentiré de intentarlo. Me sacudo toda responsabilidad, quien abre una puerta se hace responsable por lo que entre por ella.


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Europa Europa

Nicolás Ramajo Chiacchio

Son pocas las mujeres con las que he querido acostarme y no he podido. Puede sonar pretencioso, pero en realidad no han sido tantas. Me he quedado con ganas de pasar la noche, digamos, con una, dos, tal vez tres mujeres. Una sola de ellas retengo en la memoria, Jesica, Jesica Moroni, un bombón mezcla entre Sofía Loren y Geena Davis, cuerpo de modelo, descarada como actriz. Pero resultó ser tan, no sé, contradictoria, complicada, intrincada, a pesar de lo extremadamente simple que hubiera sido dormir con ella, que he preferido intentar borrarla de mi memoria. Aún así, ya ven, no puedo. Pero no es en ella en quien pienso cuando pienso en deseos truncados, ni en la consola Sega Megadrive que nunca tuve, ni en el viaje por Latinoamérica que nunca hice, ni en los sabores imposibles de recuperar de la infancia. Si hay dos cosas que se parecen a lo que realmente hubiera deseado tener, son, por un lado, el haber sido más normal, haber podido hacer algo con la tabla de bodyboard que pedí una navidad, haberme conformado con llevar zapatillas a la moda. Eso o ser capaz de saber qué libro me quiero comprar hoy, hoy mismo, algo que sea una mezcla entre 2666 y Cien años de soledad.

Pero nada de todo eso es en lo que pienso cuando pienso en mi verdadero objeto del deseo. Si hay una cosa que hubiera querido tener, que todavía hoy deseo haber tenido, es el canal de cable Europa Europa todavía unos meses más en aquel televisor en la que luego se convertiría en la habitación de mis hermanos pequeños. Un canal donde sólo pasaban cine de autor. Tal vez hubiera llegado a tener sexo con el aparato, quien sabe. Tal vez hubiera llegado a estudiar cine, como en ese momento empezaba a desear. Y no es que ese canal me hubiera podido dar nada de lo que hoy no pueda conseguir por mí mismo en internet, lo que pasa es que era como una puerta, donde mucho dependía de la casualidad, de la resistencia al sueño, puerta mágica sobre la que uno apenas tenía algo de control. Hoy, en cambio, esas puertas son más como llaves y, aunque es maravilloso, también nos enfrenta a la indecisión de la elección infinita.

Yo deseé un canal de cable. Vi ahí, por trozos, como antes en la tele, mis primeras películas de Kusturika, Kieslowski, Herzog, Fellini, Lars Von Trier, Jean Reno. Deseé ese canal como un cinéfilo voyerista que sólo debía sentarse en el sofá a ver las películas pasar, como alguien que sólo tiene que escuchar las palabras del sabio en vez de tener que pasar las hojas y leer.


___________________________________________________________________________RESIGNACIÓN

Carlos Hugo Jiménez

Bebe y morirás 10 años antes; fuma y morirás 30 años antes; ama a alguien que no te ama y morirás diariamente”.

Sí, me topé con este bellísimo escrito de Mario Benedetti y como siempre, llevado por esa interminable debilidad llamada romanticismo, me precipité en enviárselo por WhatsApp y la respuesta de ella fue: ¡qué cosita contigo! Sí, algo fría y distante como ha sucedido en los últimos veinte años. Pero el enamoramiento ha sido tal que, como acontece con los buenos libros, se pasa la página y uno se encuentra con esa luz mágica que te hace creer que lo mejor está por venir y que las emociones apenas comienzan.

Ella acapara todas esas virtudes que ennoblecen y engrandecen a toda mujer: es hermosa, es inteligente, es genial, es valiente, es creativa, es guerrera… pero para tristeza mía, es ¡incrédula! o mejor, quizá mis argumentos han carecido de la fortaleza que sí esgrimió Efraín para demostrarle a su prima María cuánto la amaba, aunque, como es de todos sabido, al final, el angustiado muchacho debió llorar su partida y el corazón sumido en un abismo de incertidumbre. Bueno, pero por lo menos la heroína de Isaac, cerraba los ojos, olía las flores y sonreía convencida de que el amor la salvaría de su desgracia.

¡Por favor, no me califiquen de ingenuo! He sido consciente de ser uno de esos especímenes que aún creen en los amores de literatura; de esos romances que, sin llegar a los extremos de Romeo y Julieta, pueden concretarse en la vida real. Acudo a rememorar el drama de la fiel Fermina Daza y del porfiado Florentino Ariza y aprisiono la ilusión de creer que no todo en la vida es ficción. Esa añoranza impacta en mis sentidos y por eso le escribo acrósticos, le pego en su muro frases como la que abre este relato y hasta me invento sueños con ella en un vano intento por convencerla de lo que ella no quiere convencerse. Semeja una losa labrada en indiferencia.

¿Y por qué sigues arando en tierra infértil?, se preguntarán. No, ya no lo hago desde hace un tiempo. Pero entonces sucede lo paradójico y cuando pasan los días, las semanas o lo meses en los que acudo al silencio mientras mascullo la frustración, me pone una de esas fastidiosas caritas de los emoticones de Facebook, en la que me pide una explicación a mi ausencia. Estoy convencido de que no ha caído en cuenta que durante veinte años ella es la que ha estado ausente y como se dice, la paciencia también tiene límites y el amor en ocasiones, igual se frena. Que lo diga Shakira.

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MI ÚLTIMO AMOR

Alejandro Marseglia

Te tuve entre mis brazos, bailando el vals "el Danubio azul" en el teatro Fénix, hoy extinto, con vos vestida de largo, con un peinetón antiguo sosteniendo tus bucles, aquellos que me hipnotizaban cada vez que movías tu cabeza, conmigo vestido de frac, con gomina en el pelo y un bigote pintado con corcho quemado; con los dos envarados y con los brazos estirados para que el contacto fuera el mínimo, como dictaban las normas y Norma, la maestra de música, que aclaró que no nos acerquemos mucho para no pisar los bajos del vestido alquilado, pero en mi imaginación vos te deslizabas sin contactar con las tablas del escenario y te inclinabas hasta casi perderte en mi hombro en un vahído de sosiego, de remanso, de pradera al sol, de nubes sin tiempo.

Recuerdo también aquel dia del cumpleaños de un compañero, en que jugamos a la botellita y a verdad o consecuencia y nunca me tocó darte un beso, pero en mis sueños eras el único pétalo de rosa entre un montón de plantitas silvestres y me besabas con tus higos pequeños y dulces, tus nueces de algodón, frescas, cálidas, idolatradas.

¿Por Qué recuerdo tus ojos muy grandes en una cara pequeña? ¿Qué distorsión de mi mente hace que no recuerde tu voz, pero sí tu boca?

Cargábamos tan sólo ocho años y un portafolio de cuero repleto de útiles escolares. Y los sueños, cargábamos con muchos sueños.

Como el de ese abrazo sutil que no fue, como el de ese beso que no llegó, como el de este amor que nunca expresé, porque el tiempo me distanció y la distancia me atemperó y la decisión de mis padres de mudarnos cambió mi vida, me llevó a otros labios, a otros brazos, y juré mi amor y desjuré mi amor, e injurié mi amor por no haberlo jurado a quien debía. 

No te busqué en las redes sociales, porque las posibilidades de encontrarte son muchas, y yo, quiero seguir reviviendo este amor en mis sueños. Y será, seguramente, el único amor que no morirá antes que yo.


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