top of page

Reto de octubre 2: Días de miedo

Varios

15 oct 2022

Los medios nos venden miedo y la calle está invadida de Halloween. Pero no cuentan con algo: escribes y sabes domar monstruos. Libera tu mayor miedo y cuéntalo acá.

SUEÑO QUE SOY MEJOR

Luz Jeny Vargas

No despiertes, sí, estás soñando, pero este instante es muy importante para ambas, te necesito relajada, perceptiva, porque te traigo un mensaje vital y tengo poco tiempo. Soy tu voz interna, tu alter ego, tu voz futura que viene porque la llamaste, te estás haciendo con frecuencia una pregunta que yo puedo ayudarte a resolver, aunque tu ya sabes la respuesta. Te está inquietando la persistente lluvia que todo lo inunda, que año a año se repite cada vez peor, las terribles noticias de un planeta que vive situaciones inéditas, los huracanes, la sequía, leíste sobre fast fashion y las montañas de ropa desechada por los países ricos que bordean las costas africanas, las islas de plástico, te asombras al salir al centro comercial y ver todas las ofertas de mil cosas que te ofrecen comprar que no necesitas en verdad, te piden gastar, consumir y dices que no sabes qué hacer para sofocar esa incertidumbre sobre el futuro, que se ve inseguro, amenazante.

Tienes razón, en mi mundo las playas hermosas que tanto disfrutas ya no existen, en su lugar hay un monstruo marino que todo lo devora, ese mar que amas ya es nuestro verdugo. Los gigantes verdes han muerto, llevándose consigo a sus divertidos habitantes; en su lugar quedan chamizos mustios, tierra seca estéril, escasez, muerte. El tiempo que disfrutabas viendo películas en la TV o leyendo, ahora lo necesitamos para buscar abrigo, alimentos, agua, el líquido de la vida que tan poco valoran los tuyos. Aún recuerdo la caricia de las gotas resbalando por mi cuerpo cada mañana... o el dulce refresco que ofrecían al deslizarse por mi garganta, pero eso ya se acabó, con los cielos azules, el aire fresco del campo, la seguridad de la vida.


Te quejas porque los demás no hacen nada por el planeta, críticas a los políticos y sus cumbres climáticas fallidas, porque no quieren o no pueden o ambas cosas. Nos gastamos demasiado tiempo en pensar, hacer interminables encuentros en pos de encontrar las mejores vías para empezar a analizar la conveniencia de discutir y acordar los planes más idóneos para abordar la situación del clima que vivimos, sufrimos, causamos y la mayoría de la humanidad esperando soluciones mágicas que funcionen siempre y cuando no los afecten... pero tu eres mi esperanza, te conozco y sé que estás lista para reaccionar, ves que muchos voltean la cara y siguen viviendo como si nada, pero tu ya no puedes seguir así.

Pues te diré que tienes mucho trabajo, escúchame y por favor recuerda mañana lo que te digo: Comprométete con tu interés por mejorar y cambia tus hábitos, báñate mientras suena tu canción favorita, a la última nota cierra la llave. Deja de pensar que en tu casa todo debe estar siempre reluciente gracias a los súper detergentes que te vende el mercado y a los litros de agua que gastas lavando cada cosa al detalle; encuentra el encanto de la ropa sin planchar y de los espacios con luz natural. Separa tu basura, que debe ir decreciendo, recuerda las enseñanzas de esas familias recicladoras con las que alguna vez te encontraste en tu labor profesional. Cógele cariño a tus cosas y no cedas a la tentación de reemplazarlas porque ya no lucen como nuevas o a la moda, ellas merecen que las arregles y valores su utilidad. Esmérate en esas prácticas caseras que te da pereza ahora hacer, prepara tu comida usando los colores y sabores de tu tierra tan fértil, enseña a tus vecinos cómo mejorar su compromiso con la ciudad.

Ve a tu ropero y comprueba que no necesitas más zapatos, más vestidos ni jeans, recicla esa ropa que ya no usas y está ahí colgada para tu gusto acumulador, a otros les va a servir de mucho; aprecia lo que tienes y cuídalo, si una prenda nueva llega a tu vida, otra ya cumplió su ciclo y debe cambiar de dueña. Vive una vida frugal, sin grandes lujos, camina más, compra menos, regocíjate con la naturaleza que aún está a tu disposición. Únete a quienes comparten estas propuestas para potenciar fuerzas y compartir saberes. Y de manera muy importante, muéstrale a tus nietos la importancia de cuidar, ahorrar, proteger, que ellos en mi tiempo lo van a recordar mucho, pues sus vidas están marcadas por la lucha para sobrevivir con mucho menos de lo que tú tuviste. Siembra estas semillas en tus cercanos, alguna germinará y créeme, no es en vano tu preocupación, cada ser humano que despierta y acoge la vida consciente es un paso adelante para nuestra especie. ¡Adelante, actúa, te espero en un futuro mejor!


 

¡DESPIERTA! 

Angélica Zuluaga

Te veo muy cómoda durmiendo. Aprovecharé tu sueño para contarte algo. Aprovecharé que no estás corriendo de aquí para allá y de allá para acá, y entonces tengo tu atención. Me ves con un poco más de líneas de expresión, cansada, con los ojos más pequeños y apagados… lamento presentarme así, pero esto lo tienes que saber hoy mismo. 

Vengo del año 2032; vivo en una casa preciosa, grande, está ubicada en el campo, pero muy cerca de la ciudad, es calmada, silenciosa y le entra el aire y la luz natural por todas partes; tiene un hermoso estudio, también amplio, iluminado, con muchos libros, en donde paso la mayor parte del tiempo cuando estoy en ella; es tal como la soñaste; la comparto con mi amor hermoso, también tal como lo soñaste. Nos gusta ir con alguna frecuencia hasta aquel árbol donde… ay, tú lo debes recordar muy bien… Escribo. Escribo por fin casi todos los días, cuando no estoy disfrutando de otras actividades del campo, de entretenidas tertulias con mi amor o con mis visitantes o trabajando; porque aún tengo el mismo trabajo de años atrás; trabajo que me ha aportado grandes satisfacciones. 

Te preguntarás entonces por qué lo opaco de mis ojos, por qué ahora el temblor en mi voz y por qué tratan de doblarse mis rodillas, si todo parece tan maravilloso. Y es que te ves muy tranquila durmiendo y no deberías estarlo; no deberías haber vuelto a dormir hasta no haberlo solucionado, no debiste acostarte aquella noche sin haber hecho esa llamada, la llamada que aplazaste, que dejaste para “mañana”, con la que te hiciste la boba y que hubiera podido cambiar la historia. Si duermes tranquila es porque has olvidado ese asunto pendiente con… me duele pronunciarlo… Daniel. 

Tengo que recordártelo: tuvieron una tonta discusión por algo que te dijo sobre tu forma de ser y por el tono que utilizó… ni siquiera recuerdo ya con exactitud lo que te dijo, pero sí que te molestó mucho. Tú sí lo sabes porque para ti no fue hace tanto tiempo. Desde ahí nada fue igual que antes; ustedes compartían muchas cosas y dejaron de hacerlo, sabían más uno del otro y disfrutaban de su compañía. Pero fue fuerte el orgullo; el de los dos. Tú lo dejaste pasar, dejaste de confiar y buscaste excusas para no conversar y aclararlo todo. Realmente esa noche solo fue el punto en el que no quisiste aguantar más y reventaron tus heridas viejas, pero pudiste haberlo intentado, aclarar las cosas, enfrentar las verdades y evitarte tristezas que luego ignoraste. Todavía puedes… todavía puedes si eres honesta con tu corazón y con el suyo; pero no si te esperas estos diez años porque… te recuerdo que vengo del 2032 y… allí Daniel ha muerto. Murió luego de luchar contra una enfermedad dolorosa que lo dejó sin aliento, sin fuerzas. 

¿Pero sabes?... cuando supo que su enfermedad era irreversible te escribió una carta, la cual me entregó su prima ayer cuando nos encontramos en aquella floristería que tanto nos gustaba a todos; la cargaba porque tenía la esperanza de que algún día me encontraría. Claro, poco a poco desapareciste de sus vidas y perdieron tu contacto, pero su prima me encontró justo tres días después de la partida. La carta de Daniel hizo brotar ríos de mis ojos y entendí que tenía que visitarte. Porque murió sin saber todo lo que tenías para decirle, murió sin saber que lo querías mucho y sin esa larga conversación que ambos necesitaban, murió sin que tú supieras de su propia voz lo mucho que te extrañaba. 

¡Despierta! Despierta que no vale la pena el orgullo cuando nos hace sufrir tanto, porque es un sufrimiento sin frutos; o con frutos muertos. Despierta que no puede ser más fuerte un disgusto o hasta muchos, que un cariño de tantos años. Despierta que diez años son muy poco tiempo como para no aprovecharlos en una amistad tan valiosa.



 

MENSAJE FUTURO

Lisandro Abaunza

3:25 am de la madrugada me despierto agitado por un sutil susurro, que me dice… “Ya es hora…”. Así que bajo a la cocina en busca de un vaso de agua, abro la gaveta para sacar un vaso, luego me dirijo a la llave de agua, en el instante que voy abrir la manecilla, el televisor de sala se prende. No voy a negar que me dio miedo, solo pasaba por mi cabeza… -Hombre solo llevo unos días acá y ya me están asustando. Desde pequeño siempre he temido a las cosas paranormales, además era la primera vez que vivía por fuera de mi familia, y el primer apartamento que había comprado, gracias a mis ahorros. Al llegar a la sala veo pantalla del televisor que daba imagen muy distorsionada, me quedé un par de segundos viendo la distorsión que daba la pantalla, de la nada la imagen se vuelve más nítida, luego se reproduce un video clip. -Tranquilo, yo sé que esto lo vas a notar muy extraño, pero ya es hora de que sepas, dentro de 20 años todo va cambiar en tu vida y en la humanidad, el tiempo va ser más que efímero. los lugares, animales, las comidas tendrán más valor, no económico sino de cuidado espiritual, lo importante es que no olvides ¿de dónde eres y para dónde vas?... ¡Aah¡ dale un abrazo a mamá... Eso fue todo, me quedé con preguntas en mi cabeza, que lo único que hice fue volver a la cocina a tomarme el vaso de agua y dormir… 


 

POCHO

Andrés Peña

Ojalá no hubieras nacido. Por lo menos no así. Tantos nacimientos en el mundo y justo a ti te tocó ser como soy. Tantos niños sanos jugando y desarrollándose de manera natural mientras tu sufres y sufrirás tan solo porque nuestra cabeza no se puede controlar, no se puede sostener, no la podemos aguantar. 

¿Qué hacer cuando uno nace piedra de río y la mente es agua que fluye vertiginosa e interminable? 

Y sin embargo nacerás defectuoso. El oxígeno no será suficiente para que nuestro cerebro se desarrolle y la parte encargada del movimiento corporal se verá afectada de manera irreversible, generando deformidades que de apoco nos matarán. Estarás para siempre encerrado en tu propio cuerpo. 

Ahora mismo mi vida, la tuya, es un ir y venir en manos de nuestra madre. Es ella la que nos carga y nos lleva atados a su propia vida. Es nuestro cordón umbilical con el mundo, un mundo solo fabricado para ellos, los normales, los caminantes, quienes nos mirarán con desprecio, como si fuésemos larvas. ¿Nuestro padre? No, olvídalo. Nunca existió. Hará lo que hacen todos los hombres cuando su sangre de patriarca no se refleja en su descendencia. Por eso huye. 

Paciencia Pocho, te frustrarás una y mil veces, querrás morirte siempre. Pero ni eso puedes, no por voluntad propia. 

Pero con el tiempo esa ira y rencor mutará como se muta una larva en mariposa. La imaginación nos hará libres y allí serás el rey. Allí serás aleteo de cóndor que mira a todos desde arriba. Serás el que quieras ser. Serás quien escribe estas letras. 



 

SIN TÍTULO

Karina Gutiérrez

A través del espacio-tiempo me percibes y te percibo.

Qué difícil es escucharte. Qué difícil es escucharme. Nunca ha sido fácil la comunicación entre nosotras. Pareciera que una pared de ruido se interpone siempre. 

Han pasado los años y quiero creer que somos amigas ahora. Pero no siempre lo hemos sido. En eso podemos estar de acuerdo. Todos esos ejercicios de visualización... la pregunta en las entrevistas de trabajo: ¿Dónde te ves a ti misma dentro de 10 años? Y te quedabas en blanco, sin saber qué responder. Nunca puedes verme cuando intentas verme. Te cuesta pensar en mí, verte en mi.

No tengo todas las respuestas, pero sí puedo decirte algo. Siempre has pensado que la vida no tiene sentido. Y sin embargo, aunque ahora no lo veas, tu vida tiene todo el sentido del mundo. Porque has sido y serás importante para alguien. Tú paso por esta tierra no será en vano. 

No vine a darte consejos. No vine  a dejarte mensajes positivos ni a decirte que todo estará bien, que el universo conspirará para darte lo que sueñas ni ninguna de esas frases hechas que tanto aborreces.Nunca nos gustó la autoayuda y desde ya te digo que sigue sin gustarnos. Pero sí deseo pedirte algo: 

Para ya de exigirte tanto. No siempre tienes que ser perfecta. Has dudado, he dudado tanto en escribir estas líneas. Porque crees, porque creo que el menor error las hará inservibles. Pero el mundo no se paraliza cuando cometes un error. Las multitudes no voltean a verte para reírse de ti cuando te equivocas.

Y algo más: de vez en cuando, date permiso, dame permiso para llorar y para cometer errores.

Para que yo pueda estar en paz. Para que tú puedas estar en paz.

Estoy aquí. Estás aquí. Somos.


 

SIN TÍTULO

Liliana Silva

Hemos ido dejando rastros

Caminamos lento aun cuando corramos para llegar.

Tomé mi rostro y lo dejé quieto por muchos años, aun así, todo viaje deja indicios, 

pequeñas bitácoras en las huellas de las manos, líneas bajo los ojos, rodillas que no mienten.

Tomé la nariz de la cara de mi madre, y ella los labios de mi abuela. Juntamos las facciones de mujeres que amamos.  El espejo no lo dice, solo refleja lo que queremos ver, es una criatura obediente al anhelo, sin importar la emoción ni el amor solo nos enseña lo que pedimos; pero al asomarnos al agua la historia toma forma y mientras trepidan las piedras bajo la lluvia, o en una pequeña charca donde las hojas de los árboles se ilusionan con ser peces, comprendemos lo que somos, en ese reflejo somos efímeros. 

He dejado un trozo de mí en cada lugar, en cada persona, y mientas corro para dejar el olvido, camino para encontrar mi memoria, y extiendo las manos paseando los corredores y los cuerpos de casas y calles. 

¿Quién o qué, es aquella cuyo pelo abraza al viento y respirando detenidamente fue desnudando su torso comprendiendo su brev-edad?

¿Seré yo aquella de pies pequeños que se asoman para cantar, aunque el cuerpo no responda?

soy y no soy el rostro del espejo…

Tracé con una tiza una línea entre mi boca y mi pecho, soy un interrogante eterno, soy la piel de mis padres y mis madres, soy el camino que asumo.

Ese cristal cuyo relieve se astilla, no teje mi sangre completa.  Espejito Espejito no te soy leal, prefiero verme en los pergaminos del agua y hablarle con mi nombre a las cosas que se van.

Mi rastro rema donde pueda crecer.



 

HOLA, ¿CÓMO ESTÁS HOY?

Clara Sánchez

Decido hablarte, lo he pensado, que digo lo estoy pensando ahora que tengo tanto por decir.

Te veo agobiada, el tiempo jamás te alcanza, siempre corres y lamentas no dedicarte a aquello que quizá hoy ni sepas que puedes hacer: pintar, cantar bajo la ducha; nunca lo haz hecho porque te  parece cursi, caminar en un sendero húmedo y hundir tus pies hasta dejar la huella en el lodo, hacer silencio y descubrir un mensaje alentador de esperanza y de Consuelo en medio de tanta carencia que ves en los niños que junto a sus padres tienen hambre y suplican tu caridad, te agobia saber a tus hermanos pensando siempre tan distinto a ti: de política no saben nada, de religión, ni decir los encuentra alienados sus compañeros dicen cada locura que siempre terminas a gritos con ellos, hoy en cada encuentro llevas listo el ataque, este mundo con la amenaza de guerra mundial es el resultado justo de tu mundo, el diálogo muere y las tardes amenas del pasado solo quedan en el recuerdo no te apetece llamar a tu familia, a tus amigas de siempre las encuentras tan sosas; parece que muere la diversión. Inventar un nuevo diálogo te hace perdedora.

Tu familia tan bella, cálida y cariñosa que formaste andan ocupados en el trabajo, sus parejas, sus hijos y su propia actualidad, sentiste ayer que te han robado: la compañía, la obediencia y la capacidad de organizarles la vida a tus hijas, tu hijo y tu esposo, también a tus hermanos y sobrinos y hasta a las familias de la cuadra, te vi con esa soledad que semeja un hueco sin aire, sin sombra, sin luz y sin el alimento que te permita recuperar la euforia que por tanto tiempo construyó.

Te cuento: estoy en el aquí y en el ahora. Lo llamaré el futuro que tú no ves porque estás tras la cortina que te encierra, estás tras la reja que te atrapa. Quiero que escuches es importante esta idea construida desde el silencio que me permite escucharme.Estoy plena, en verdad me siento llena de luz, de paz y de un amor que alcanza para la humanidad entera, si supieras…..Entendí que la felicidad que no alcanzas en tus tribulaciones fantasiosas no es inalcanzable, cada drama que ves en la miseria del mundo, en el caos del transporte, en el atraco y en tanta inseguridad te aleja de donde hoy me encuentro.

Lo que ves es lo que te da alegría o te da dolor, o te llena de miedo. Te digo: solo cambia tu objetivo final, no son los medios es el objetivo.

Te explico: cuando ves en la calle a niños y seres desposeídos de todo amparo no asumas la culpa como medio de castigarte, da generosamente si puedes, si estás dispuesta, da desde tu abundancia una ayuda económica si estás dispuesta, no lo hagas con el pecho oprimido por la tristeza porque de nada sirve tu moneda, régálale tu sonrisa y tu mirada solidaria porque te reflejas en esos seres amorosos y llenos de luz, quizá solo dependen de esa mirada que los engrandece para tener otra opción en la vida.

Cuando te agobias por tanta carrera para responder a tantos compromisos: aquieta tu mente, respira lento y ves que todo es posible, no estás sola créame. Todo irá bien si así lo pide.

Cuando las carencias se reflejan en tantas necesidades: Toma otra decisión haz que lo que necesitas sea justo y ahí lo tendrás. créame: detente no pienses tanto, permita que las respuestas que tanto exiges lleguen sin dolor; solo haz silencio; permite que el universo te supla, ten confianza si traes el sol contigo, qué temor puede haber si no tienes culpa en tu corazón. Si buscas ser feliz piensa de la misma forma revisa tu objetivo final.

El mismo cielo está en ti si se lo permite. ¿Te asombras? Soy Yo, tu Yo desde el futuro dándote un mensaje que espero lo entiendas y desde ya entres en este lugar del que ya no querré salir. En el aquí y en el ahora desde donde borro todo tu pasado.

Para siempre….tu…yo.😛


 

Y NO LA SENTÍ LLEGAR

Mariela Velásquez

¡Y no la sentí llegar, quizás porque llegó con ese paso lento que me molesta tanto! Justo cuando termine mi caminata rápida y me disponía a volver a mis muchas ocupaciones.

¿Por qué los viejos tienen que arrastrar los zapatos? ¡Me disgusta esa evidencia de la vejez! También me molesta ese aire de sabiduría que ella trae siempre consigo, como quien ya lo vivió todo y tiene todas las respuestas, es una pesada. Últimamente me la encuentro muy seguido: en el super, en reuniones con amigos, la veo pasar cuando estoy tomando decisiones importantes. Ya parece una sombra entre las tinieblas, me está preocupando mucho esta señora.

Ella vive en esa casa tan hermosa al final de la playa, la que siempre me ha gustado. Insiste en comer saludable y se vanagloria de pasear su cuerpo esbelto por la playa cuando sale con sus perros todos los dias. Como si fuera esa su religión, caminar por la playa mirando los atardeceres, meditando en movimiento, sintiendo el agua en los pies y disfrutando la manera en que los perros se afanan para alcanzar a los pájaros. ¡Se ríe sola cada día, creo que anda un poco loca! O muy loca, mejor dicho. Con tanto por hacer y se pasea deleitándose en ello, saboreando cada rayito de sol.

Cuando la visitan, esa loca se permite transigir en muchas cosas. Consciente y cocina para sus afectos, la observo desde lejos y me permito criticarla, no alcanzo a entenderla. Se me hace desconocida esa ambigüedad entre cuidar su libertad, pero a la vez darlo todo por esa horda de gente chillona que viene los fines de semana a su casa. Hace lo mismo con su paz; voluntariamente da cabida a una tanda de niños y mascotas que con ímpetu irrumpen en su tranquilidad, esa que tan cuidadosamente defiende. Es muy, muy ambigua y me pregunto si fue siempre así, o ese le dio cuando las canas le cubrieron la cabeza.

Me apuro a sacudir mis zapatos para largarme rápido, pero no puedo evitarlo. La vieja se sienta en la banca antes de que yo alcance a pararme y comienza a hablar sola, de hecho, creo que siempre habla sola.

Y es así, como te vengo diciendo desde hace años – dice, y yo no puedo evitar voltear y prestarle atención con ese tonito de “ esto es lo más importante que escucharás hoy” - Todos llegamos aquí, tarde o temprano. Y los que no llegan es porque mueren jóvenes, lamentablemente, ¡jajaja –  y entonces se ríe con esa risa fácil y ese chiste viejo que me disgusta! ¡Cómo molestan los viejos!

Y sigue con su monólogo: Te lo digo de nuevo, tienes que bajar la guardia y dejar de mostrarte perfecta, aprecia tus ganancias con gratitud, verás que han sido muchas. Acéptate y agradece lo vivido. Cuida tu cuerpo y tus afectos, es lo que vas a valorar, ya lo veras. Sigue cultivando la lectura, permítete escribir, más y más… ahí es donde reside el centro de nuestra paz.

No juzgues, no evalúes, solo observa, escucha, siente junto a ellos, disfruta, ¡vive! Disfruta de forma especial a la gente que amas, acéptalos al 100% y hazles sentir tu amor incondicional. Que tus brazos, tu mente y tu corazón sean el refugio para ellos, en cualquier momento y circunstancias que vivan. Con el tiempo reconocerás que solo eso vale… los amores, las ganas de seguir construyendo vivencias juntos, los abrazos y las largas conversaciones.

Vuelvo rápido a lo que ando: ponerme rápido los zapatos y volver, que tengo mucho por hacer. 

Algo me pica la curiosidad… ¿A quién se me parece? Es bastante vieja, sobre todo por la forma en que habla, pero camina como joven, y al reírse su alma vibra. ¿Quién es ella que se me hace tan familiar? Tanto, tanto, que me resisto a mirarla de frente. Es tan fuerte mi curiosidad como mi aversión a mirarla de frente, me debato entre mis sentimientos.

Me volteo rápido y solo alcanzo a ver la cola de mis perros, que la siguen… son Kira y Laika, pero ahora sus lomos están canosos, tanto como el pelo desordenado de esa vieja… a quien cada vez siento más cerca y con más frecuencia. Me apuro y me pongo los zapatos, me resisto a que se funda en mí, no quiero parar de correr, aunque cada día camino me agrada mas la caminata. Defiendo mi paz, pero no la que me procura una vida en solitaria, cuido mi independencia, siempre que sea rodeada de afectos. ¿Será que yo también me estoy haciendo ambigua?

Siento que soy yo la que camina por la playa, la que habla sola y disfruta cada día de una vida pausada, mi alma va y viene, aunque me niego a ello. Sigo sin sentirla venir, más bien la estoy sintiendo aparecer cuando suavizo mi permanente corre y corre. La bruma se va aclarando y ella se voltea, de su silueta desdibujada parece surgir en una persona mucho más sabia que yo. Y es esa, la que camina lento, la que disfruta del sol y de sus perros. La reconozco y la recibo en mi vida con infinita ternura.



 

A MI GRAN AMIGA

Luz Jeny Vargas

Ay Lucecita, me encanta que ahora quieras escucharme y conversar conmigo; yo muchas veces te llamé, te dije, te advertí, pero estabas muy ocupada en veintemil temas que te acuciaban y ya sabes qué ha pasado. Ahora, que saboreas la calma e intentas tener más claridades y mejor juicio, veo que es el momento para expresarme. Si quieres saberlo todo al detalle, bueno, te refrescaré la memoria: 

Te acuerdas aquella vez que te ofuscaste tanto ante esa jefe humillante, que no reconocía tu trabajo, tu gran valor y aporte a la empresa, que no entendía lo que pensabas, que ni siquiera te habías atrevido a comunicarle porque ya sabías de antemano que ella era ciega, sorda y bruta! que no valía la pena quedarte y escuchar, para qué si seguro te iba a ofender como siempre... tu estabas segura de tu verdad y ella era la mala del paseo, por eso te fuiste mandando todo a la m... O aquella vez que ese compañero de trabajo lambón, que solo buscaba hacerse notar y quedar divinamente ante todos a costa de tus grandes capacidades, que no expresabas en público pero claro que existían! Él se lucía diciendo que todo era su obra, cuando tu en la oscuridad de tu escritorio habías escrito esos proyectos y se los habías compartido "generosamente"... te enteraste después, cuando él los publicó como suyos y tu ya no estabas allí, lloraste de la ira, te quejaste con medio mundo, pero no pasó nada más. Te puedo citar otros hermosos ejemplos, pero lo cierto es que no lograbas ver en medio de la rabia, la frustración y el miedo cómo ponerte en contacto con el mundo y mostrar tu alma, tu berraquera, tu ser creativo. Te quedaste en el pobrecita yo y no te paraste a seguir jugando. Y mi querida Luzje, el mundo es de los valientes que temen, o mejor de los temerosos que se atreven.

Pero ahora has aprendido, ya veo que te quieres más, te cuidas más, te gusta crear para ti y compartes tus talentos, ya los días lluviosos y grises no te deprimen, has logrado apreciar mejor cada momento de tu vida y disfrutas esos espacios a solas y te gozas tu tiempo y no sufres! al menos como tu dices,sufres solo lo estrictamente necesario. Y ahora me consideras tu amiga, tu confidente, entonces las dos podemos seguir recorriendo el camino con la alegría de estar presentes y disfrutantes.

¿Qué viene para ti? ya te lo he dicho, tendrás días de sol y risas, pero también noches de insomnio y tristeza; tardes de bruma, amaneceres inciertos, pero también puestas de sol radiantes. Tu sabes que esto es variado, que sigue la grandeza de la vida y lo mejor, que estamos juntas para lo que venga!



 

INSOMNIO

Marleydis Florez

Sudorosa, agitada, angustiada, sollozando, saltas de la cama, miras la hora en el celular que está en la mesa de noche, el cual marca las 2:50am y apenas hace dos horas pudiste conciliar el sueño, pero duró muy poco el intento, ya se fue, el insomnio volvió, es tu sombra, llevas así los últimos 6 meses ¡Marleydis reacciona! Siempre te oí decir que “todo lo que inicia tiene que acabar” y se te cumplió al pie de la letra. Ya pasaron diez años de tu vida, atada a los recuerdos, escúchalo bien, atada a los recuerdos, a lo que hubiese pasado, disfrutado, pero jamás pasó; te perdiste de soñar, viajar, disfrutar, amar, vivir […]

Mírate! Acaso no te das cuenta que ni conciliar el sueño ya puedes, sigues aferrada a lo crees que es y no, jamás te van a volver amar de la forma que idealizas, no esperes más, no detengas más tus proyectos, tu yo de  diez años en el futuro intenta abrirte los ojos, me duele verte tan destruida, tan infeliz, tan sola, aunque vives rodeada de mucha gente, a pesar de que sonríes y bromeas durante el día, la tristeza  y tu cruz la cargas en las noches; dónde esperas que vuelva a ocupar ese lugar que no les das a nadie más, porque en el fondo anhelas su regreso, sientes su calor, el olor de su pelo, el ruido de su risa, el brillo de su mirada, la fuerza de sus brazos. 

Pero aquí estás, guardando 10 años abstinencia, flagelo, dolor, muerta en vida, no sé cómo llamarlo, ya ese dolor es como un cáncer que te está comiendo poco a poco, invadió todo tú ser y parece ser es más fácil continuar así, que darte la oportunidad de volverte a enamorar, sientes que lo estás traicionando, que le engañas, que le eres infiel, que te juzga, y reclama, ¡pero no! Así no es, escucha lo que te digo, porque te conozco, soy tú, él desea verte feliz, sabe que mereces ser feliz, necesitas volver a creer y conocer el amor, no puedes condenarte a la soledad eterna, él quiere ver que tu corazón, alma, mente y cuerpo vibren, no te lo niegues más, entiéndelo de una vez… “En ese momento de la mesa de noche, se cae al suelo un cofre de madera, de él sale una bolsa de tela que contienen las cenizas de quien en vida fue el único amor de Marleydis…

 Marleydis, espero que al leer estas líneas te permitas la oportunidad de volver y de dejarte amar, después de eso el insomnio desaparece…


 

SIN TÍTULO

Vanessa Valencia

Hola Vanessa, no te asustes no estás enloqueciendo. ¡Soy tú! más que tu reflejo en el espejo, soy tu yo en el 2032 disfrutando de la vida que soñaste y que hoy piensas que no lograrás tener.

Sorprendida? Te amo tanto que vine a suplicar dejes el pasado atrás. Suelta el dolor de lo que pudo ser y vive el presente.

No gastes tu energía en seguir aferrada a un futuro que no llegará.

Elige lo que sí se dió y aprende a ser feliz ahí.

Sé que estás agotada y perdiste la fe, pero las posibilidades y oportunidades para ustedes cambiarán.

Verás tus esfuerzos dar frutos!


Nuestros hijos lograron sus metas, tu mayor sueño!

Acá estás años después disfrutando también de los tuyos.

Has compartido tu voz con muchos, has traspasado fronteras.

No detengas tu canto sigue afinando la voz y danzando con las letras, ¡acá te espero amada yo!


 

¡CUALQUIER SIMILITUD ES PURA COINCIDENCIA!

Anayansi Arias

No estás alucinando cabrona, pero no pude encontrar otra manera de comunicarme contigo desde el 2032, todo los portales estaban o reservados o aglomerados de desesperados como yo en alertarse a sí mismos de las cagadas que se nos vienen pa'encima si no damos vuelta en U ya! ¡Apúntate estas instrucciones de un vez! Número uno: ya fokin suelta el teléfono y deja de surfear en las redes sin ton ni son, no exageran los que te dicen que sólo sirven para distraernos de los verdaderos desafíos que debemos acometer, tomó diez años pero se logró desmontar la red gubernamental que nos estaba hipnotizando al ritmo de tiktoks y tuitstuits, los países involucrados en este plan maestro son los que menos te imaginas pero que no te quepa la menor duda de que casi logran borrarnos la consciencia colectiva para implantarnos la que ellos tenían diseñada y sin querer queriendo hasta los más rebeldes inconformes nos empezamos  a diluir de la superficie terrestre! Número dos: no sigas amedrentando a tu pareja por WhatsApp, deja ya de estar pendiente de los ganchitos grises y azules, de cuándo y cuánto se conecta en línea pero no contigo precisamente, que si le haces videollamada cada dos por tres para atraparla infraganti, que si la vas a putear le mandas mil emojis con la cabeza explotando y otros mil de caca lanza llamas, que si no es por WhatsApp no te comunicas con ella, déjate de ahuevazones que por WhatsApp no vas a lograr verle el alma a nadie y menos a ese ser que encontraste disque por casualidad, no seas pendeja y agárrale las manos, míralo fijamente a los ojos y dile lo que sientes, aunque sean ganas de ir al baño, díselo en persona, que no sólo vea el contorno de tus pupilas cuando el sol cae y se te ponen de color melaza, que escuche tu voz cantándole esa bachata que bailaron por primera vez, y es que, el plan mafioso antes mencionado, también incluye como pieza fundamental para la conquista suprema del mundo, olvidarse del tacto y el aroma de los que amamos, porque la muerte está en el olvido y no hay muerte más certeramente lenta que la realidad virtual regalona de la gratificación instantánea!  Número tres: no me mires así, espérate, espérate, a la tercera va la vencida, esta es la instrucción más importante, la que no se te puede seguir olvidando, pon atención y DEJA DE TRATARTE COMO UNA MIERDA, cómo te permites denigrarte todos los días y todas las noches, no has terminado de abrir los ojos y ya estás vapuleándote, que pa'qué te levantas si total todo te va a salir mal y fulanito no te quiere como lo quieres tú a él, pero te estás escuchando so pedazo de ahuevada, quien va a querer a nadie que se la pasa insultándose por la más mínima idiotez, y deja de pensar que eres un fraude, si continuas comparándote con la vecina de enfrente o con tu influencer favorita, el síndrome de la impostora se te meterá debajo de la piel y no lo podrás sudar nunca jamás, olvídate de esos pedos que se te escaparon anoche en medio del revolcón de madrugada, repite conmigo, repite otra vez, me amo, todo lo puedo, mi creatividad es ilimitada, mi cuerpo es un milagro, dale gracias a la vida! Y ya,  tómate este cafecito que te refleja tu yo dentro de diez años, que ya se me acabó el tiempo en este portal un poco amargo más bien cargado y denso, pero oloroso e inolvidable, como tu propia existencia...


 

ME PREGUNTO

Alejandro Marseglia


¿Cómo vas a hacer para seguir viviendo cada día arrastrando el peso de tus párpados, esos de los ojos tristes?

¿Te llevó sesenta años aprender a vivir y tan sólo vas a quedarte en el intento de no sufrir?

¿Quisieras volver a ser el que fuiste, apasionado? ¿Olvidas que, aún de jóven, la pasión y la tristeza iban de la mano?


ME RESPONDO

Mira tu imagen en el espejo y acepta las arrugas de tu cara, sin ellas no serías el que eres.

Agradece tanto amor que tienes para dar y valora el que puedes recibir; que tanto te costó aprender a tomar lo que te dan, si hasta sigues desvalorizando lo que el Universo te ofrece.

Eleva tu pecho, yergue tu cuello, inhala profundo y dile sí a la vida.


 

EL OTRO PREMIO

Enrique Patiño


Enrique, te escribo desde el futuro para decirte que sí merecían la pena las noches de insomnio, las bolsas en los ojos, el cansancio extremo por duplicar tus horas de trabajo y buscar espacios para tu oficio de narrar, o las largas horas de corrección de textos, cuando borrabas todo y empezabas, una y otra vez, de nuevo. Merecía tu tiempo cada palabra, el esfuerzo y el agotamiento, las manos en el cabello cuando te doblabas atormentado por no encontrar una idea, el llanto y la risa por lo que surgía de tu mente, tu séquito de personajes regados como hijos espurios por todas tus páginas, tu fe en las palabras y tus intentos fallidos, que siempre fueron más que los exitosos. Y tanta soledad, porque no hay nadie más solitario que un escritor.

Acabas de recoger lo más cercano a un gran premio literario en tu vida: una larga fila de lectores te agradeció por haber transformado sus existencias, uno tras otro, tomándote de las manos, pidiéndote un abrazo certero o compartiendo sus historias contigo. Has hermanado a tus lectores. 

Eso buscabas. Está empezando a suceder.


 

NUNCA SERÁ TARDE

Carlos Hugo Jiménez


Contaba 86 años y aunque mis enfermedades me acongojaban, resistía el ímpetu del destino. Le hacía guiños, coqueteos para que mirara hacia otro lado. Esta vez si no quería que se fijara en mí. Deseaba ser invisible como invisible parecía el panorama de mi país donde la corrupción conjugaba todos los males del hombre. Al menos eso creía no solo en esa época de post pandemia, sino casi setenta años atrás, cuando la brutalidad del fanatismo político arrasaba los campos. Al menos, muchas escenas aún perduran en mi alma vieja, aunque para entonces mi alma estuviera joven.

Pero la idea no es ponerme trascendental. Qué va. La idea es contar, que una tarde en la que la lluvia amenazaba con emular el diluvio del arca, capté que los oídos de mi hijo, un hombre que lindaba los 60 años,  semejaban unas antenas parabólicas, como esas que adornan los techos de las casas y sirven para sintonizar partidos de fútbol, realities insulsos o telenovelas que siguen con la gastada fórmula en la que la doncella de pueblo, al final se casa con el galán de turno. Ese papayazo, a decir de los muchachos, no podía desaprovecharlo y en un momento dado, esta vez sí con nostalgia, me puse a narrarle historias de mi vida. Claro, no era la vida de un papa, o de un astro del fútbol o de una estrella de la música; era la mía, la de un hombre que quiso estudiar bellas artes, porque sí que me tenía confianza con el lápiz, de esos de escuela, no de esos sofisticados; el lienzo, podía ser cualquier hoja en blanco; tampoco de material fino o extractado de pieles, como quizá lo hizo Da Vinci. Lo mío siempre fue muy sencillo; bueno no todo, digamos la verdad, porque a los 9 años debía combinar mi paso por la escuelita del barrio con las duras faenas de la albañilería. El cemento, el material rústico del ladrillo y la arena fangosa ajan hasta el mármol. Así fue hasta cuando llegué a la mayoría de edad: ¡21 años! Pocas fiestas y pocas oportunidades de enamorarse. Pero luego tuve la suerte de hacerlo y me enamoré de tu mamá, una jovencita tierna e inocente. Nuestros paseos eran por la Séptima y apenas sí nos tomábamos de la mano. Vino el matrimonio, pero no hubo luna de miel; cómo hacía de falta el dinero, era muy esquivo. Al año, apareciste tú y luego, año por año tus otros cinco hermanos. Repito, no quiero ser trascendental, pero sí hubo una que otra dificultad. Y para qué recordarlas, si tú alcanzaste a vivir algunas en carne propia, también tus otros hermanos, aunque los dos últimos, no tanto. Para entonces, ya la conciencia me apaleaba y aunque me costó dejar a los amigos de farra y otros oropeles que nada me aportaron, pude conjugar el verbo reivindicar y logré recuperar sonrisas a mi familia. Hoy, desde la lejanía quiero seguir raspando la vida, quiero seguir dando lata, pero debo asumir que como se dice, los años no vienen solos. No si 'ella', la bendita pelona me dé esa oportunidad. Pero como creo que no será posible, te agradezco que me hayas escuchado en esa tarde diluviana. Ojalá, que no sea en una cama de hospital, a las puertas de la incertidumbre, que uno de tus hijos o todos tus hijos, sepan escucharte. Nunca será tarde.


 

ABRE LOS OJOS

Enrique Patiño


Querida Mar: si un hombre consiguió llegar hasta tu puerta y ahora lees este mensaje, lo habremos logrado. 

Soy tú, pero dentro de 10 años. Seré breve, para ahorrarte el desconcierto y la incredulidad. 

Escribo afanosamente desde el futuro hasta tu presente para ayudarte a atender las señales. En especial, para contarte que tu vecino, con el que nunca hablaste, acaba de irse. No supiste ni siquiera su nombre. Repetidamente lo ignoraste y no tienes su rostro en mente. Mirabas el celular, a otro lado, incluso al piso para no saludar, ni a él ni a nadie. 

Nadie parecía importarte. No te juzgo porque no solo te pasó a ti; él hizo lo mismo; en realidad, millones, hicimos lo mismo. Recuerda: tú también eres yo.

Durante 10 años vivirás lamentándote de soledad, y buscando a otros en tu pantalla o desde la melancolía. A él le sucederá igual. Se encontrarán infinidad de veces, movidos por el destino irremediable, pero se ignorarán, aunque terminen incluso chocando el uno contra el otro. Tendrán la mirada baja, perdida. Vivirán adormecidos. 

Un día, el destino será implacable y los juntará en la tragedia que, como sabes, tarde o temprano llega para abrirnos los ojos. No anticiparé más. Solo diré que ese encuentro valdrá la felicidad y todo habrá valido la pena.

Mi mensaje es para que reacciones. Mira al frente, rompe el cascarón, deja atrás el miedo. El mundo será otro luego, pero eso ahora no te importa. Lo crucial es tu ahora. 

Él acaba de irse. La carta se la envié a él, pero a tu nombre. Así pretendí obligarlo a que saliera de su zona de confort y tocara a tu puerta hoy, justo el día que se va. 

Levántate. Ve por él. Al menos pregúntale el nombre, salúdalo, recuerda su rostro. No esperes 10 años. Si no lo alcanzas, sigue mirando al frente, atenta y alerta, porque volverás a encontrarlo decenas de veces. Sea como sea, abre los ojos.

bottom of page